📌 Título: Diarios de Alejandra Pizarnik
✏️ Autor: Alejandra Pizarnik
✅ Editorial: Lumen
📖 N° de Páginas: 1104
🚚 Envíos por CORREO ARGENTINO
Sinopsis: Los diarios de los escritores suelen ser publicados póstumamente por otros, lo que podría parecer una violación de su intimidad. Sin embargo, el simple hecho de conservarlos sugiere que eran conscientes de su valor. En el caso de Alejandra Pizarnik, esto es aún más evidente, pues guardó sus cuadernos hasta el final. Así lo señala Ana Becciu en la nota de esta edición revisada y ampliada, que revela fragmentos inéditos de una escritora que convirtió su angustia en palabras tan crudas como bellas. Sus obsesiones, dudas y el deseo de vivir con intensidad—comer, fumar, amar hasta el agotamiento—quedaron registrados en cuadernos y papeles sueltos que, por fin, han encontrado su espacio. A más de cuarenta años de su muerte, la voz de Pizarnik sigue acompañando al lector en un recorrido donde la literatura es esencial y la vida duele. «A veces me gustaría registrarme por escrito en cuerpo y alma: dar cuenta de mi respiración, de mi tos, de mi cansancio, pero de una manera alarmantemente exacta, que se me oiga respirar, toser, llorar, si pudiera llorar.» Alejandra Pizarnik, París, 3 de agosto de 1961.
📌 Título: Diarios de Alejandra Pizarnik
✏️ Autor: Alejandra Pizarnik
✅ Editorial: Lumen
📖 N° de Páginas: 1104
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Sinopsis: Los diarios de los escritores suelen ser publicados póstumamente por otros, lo que podría parecer una violación de su intimidad. Sin embargo, el simple hecho de conservarlos sugiere que eran conscientes de su valor. En el caso de Alejandra Pizarnik, esto es aún más evidente, pues guardó sus cuadernos hasta el final. Así lo señala Ana Becciu en la nota de esta edición revisada y ampliada, que revela fragmentos inéditos de una escritora que convirtió su angustia en palabras tan crudas como bellas. Sus obsesiones, dudas y el deseo de vivir con intensidad—comer, fumar, amar hasta el agotamiento—quedaron registrados en cuadernos y papeles sueltos que, por fin, han encontrado su espacio. A más de cuarenta años de su muerte, la voz de Pizarnik sigue acompañando al lector en un recorrido donde la literatura es esencial y la vida duele. «A veces me gustaría registrarme por escrito en cuerpo y alma: dar cuenta de mi respiración, de mi tos, de mi cansancio, pero de una manera alarmantemente exacta, que se me oiga respirar, toser, llorar, si pudiera llorar.» Alejandra Pizarnik, París, 3 de agosto de 1961.